Lo cierto es que esta es una idea tan antigua como las propias e-bikes. ¿Se considera montar en e-bike hacer trampa? ¿Acaso es mejor depender solo y exclusivamente de la fuerza de las piernas? ¿Dejo de ser ciclista si subo cuestas sin echarme a sudar?
Está claro que los ciclistas más intransigentes siempre se quejarán cuando se les mencione la idea de llevar un poco de asistencia motorizada. Pero ¿qué piensa realmente el ciclista medio? Da la casualidad de que este tema surgió hace poco entre los miembros que conforman la comunidad global de TENWAYS. Los Tenwayers han dado su opinión. Al fin y al cabo, lo hacen con conocimiento de causa, pues ya tienen experiencia de primera mano. ¿Quieres saber qué piensan? ¡Pues pilla sitio!
Todo empezó cuando Andrew, miembro del grupo, lanzó la siguiente pregunta: «¿Pensáis que una persona sana y en forma debería avergonzarse por montar en e-bike?»
Andrew es uno de esos miembros de la comunidad de TENWAYS que aún no se ha decidido a dar el paso y adquirir una e-bike. Afortunadamente, ¡fueron muchísimos los Tenwayers presentes y que decidieron contribuir con su opinión sobre el tema!
Michael C.:
«Si quieres que te diga la verdad, a mí me parece que es una forma de animarte a salir más al aire libre. No veo por qué haya que avergonzarse por tener un poco de asistencia en las salidas. A fin de cuentas, con la TENWAYS CGO600, depende de ti con qué intensidad quieras ejercitarte en tus rutas. Creo que lo fundamental es que la asistencia supone un gran incentivo para ponerte en marcha y salir. A mí me encanta, y sé que a la mayoría de los que tienen una también».
Phoebe L.:
«Las e-bikes te permiten pedalear SIN ESFUERZO. Es decir, cuando tienes una, no tienes por qué preocuparte por si aguantarás hasta los 10 km, por qué pasará si empieza a hacer demasiado calor... Te olvidas de todo eso. Lo único que tienes que hacer es salir y empezar a pedalear. Sobre todo con la CGO600, que, literalmente, te ofrece la misma sensación que si llevaras una bicicleta normal cuando le desactivas la asistencia. Luego, si te cansas, pues vuelves a activarla y problema resuelto.
A mí, mi e-bike me hace muy feliz, porque me permite disfrutar del aire libre y de un montón de maravillosos paisajes naturales. Ahora, de hecho, he adoptado la costumbre de investigar siempre a dónde voy. Si mi objetivo está a menos de 10 km y voy a tardar en llegar menos de una hora, prefiero mil veces la bici antes que cualquier otro medio de transporte».
Inge K.:
«¡Qué va, hombre! ¡Para nada! ¡Es justamente al contrario! Créeme, ahora que tengo mi e-bike, tengo MUCHÍSIMAS más ganas de salir con la bici que antes (con una bici normal). Así que yo solo le veo ventajas».
Paul M.:
«No, para nada. Yo estoy sano y en forma, pero mi e-bike TENWAYS me permite llegar más lejos sin tener que martirizar tanto a mi cuerpo. Tengo la esperanza de que me ayude a seguir dando pedales durante muchos años sin tener que lamentar demasiados dolores y molestias».
Adamo P.:
«Conozco un estudio según el cual los ciclistas de e-bikes hacen más ejercicio porque salen más a menudo con la bici. No creo que tenga sentido avergonzarse».
Elias C.:
«Si lo piensas, el hecho de conducir una e-bike no significa que elimines por completo el esfuerzo físico. No estamos hablando de una scooter ni de una moto. Sigue siendo una bicicleta, con la única diferencia de que tiene un poco de asistencia. El esfuerzo es menos intenso que con una bicicleta normal, pero sigue siendo necesario, sobre todo cuando subes cuestas. Y gracias a ello, yo creo que se puede disfrutar bastante más del ciclismo en general».
Eduardo R.:
«Las e-bikes no solo están para quienes no están en forma. En realidad, hay muchos motivos para tener una:
- Te permiten desplazarte al trabajo de una forma cómoda
- Puedes pasear y explorar la ciudad sin cansarte en exceso
- Son ideales cuando se tienen problemas de salud
- Te ofrecen una experiencia de conducción fascinante
- Forman parte de una especie de nueva cultura popular
- Permiten ahorrar bastante».
Además de ellos, fueron muchos los usuarios que se pasaron para decir, simplemente, «¡NO!».
Nuestra opinión
Lo cierto es que los miembros de nuestra comunidad ya han dejado muy claras muchas de las cuestiones que pensábamos explicar en esta entrada. Reconocemos que, a veces, hay un poco de estigma en torno a las e-bikes. No obstante, esa actitud va cambiando conforme crece el número de personas que las prueban por sí mismas. Nadie dice nunca que ir al trabajo en coche sea de vagos, ¿verdad? Entonces, ¿qué sentido tiene decirlo de quienes se desplazan en sus e-bikes?
Las e-bikes han llegado para abrirnos la puerta a un estilo de desplazamientos totalmente nuevo. Imagina moverte por ahí respirando aire fresco, sin tráfico, sabiendo que estás siendo responsable con el medioambiente y... ¡pasándotelo en grande! A menudo, la e-bike es la excusa perfecta para muchos para volver a conectar con esa afición que tenían de pequeños, pero que olvidaron después de mucho tiempo sin subirse a un sillín. Eso es, precisamente, lo que más nos gusta ver.
Por otra parte, las e-bikes son una opción ideal para personas con lesiones, que tienen que hacer desplazamientos largos al trabajo o para aquellas que, en etapas avanzadas de la vida, deciden viajar sobre dos ruedas sin estrés. En resumen, la cuestión es subirse al sillín y disfrutar al máximo de una forma de movilidad verde. Además, como muchos bien han dicho ya, ¿qué problema hay en subir las cuestas con un poquito de ayuda? La vida es para disfrutarla, no para estar pendiente de si los demás piensan que estás haciendo trampa o no.
Por cierto, si aún no te hemos convencido, queremos recordarte que tanto la CGO600 como la CGO800S se pueden conducir como si fuesen bicicletas normales, sin ningún tipo de asistencia. Te prometemos que no le diremos nada a nadie si, al final, terminas encendiendo la asistencia del motor.
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